Todos los CrossFitters son innatamente competitivos. Ya sea que te guste el sentimiento de competencia a nivel local, regional o nacional, o simplemente te guste ser el primero en terminar un entrenamiento en tu clase, todos tenemos el "gen" competitivo. Creo que es una de las cosas que todos tenemos en común como personas que amamos el fitness como deporte, y aunque a veces no nos guste admitirlo, a todos nos entra esa necesidad de sobresalir cuando se publica el WOD. Sin embargo, lo que somos reacios a admitir es que no sólo nos preocupa nuestro propio rendimiento en el entrenamiento, sino también el rendimiento de nuestro "némesis".

Nuestro igual en el entrenamiento, o “némesis”, como tan acertadamente lo llamo, es esa persona que está más igualada contigo durante los WOD casi todos los días. Esta persona comparte la mayoría de tus fortalezas (y debilidades) y su nivel de condición física/experiencia es similar al tuyo. Puede que asistan o no a clase cuando tú lo haces regularmente, pero conoces su cara, sabes su nombre y, lo más importante, sabes de lo que son capaces.

Pero la pregunta es: ¿cuándo se vuelve más importante superar a tu némesis que ver una mejora general en ti mismo? La respuesta es: tú deberías ser tu prioridad número uno. Deberías preocuparte menos por cómo le fue a esta otra persona y más por ser mejor que el día anterior. Todos pasamos por un tremendo crecimiento después de comenzar con CrossFit. Crecemos como deportistas y como personas. Aprendemos a poner nuestro corazón y alma en todos y cada uno de los entrenamientos, y cuando permitimos que nuestras rivalidades competitivas con otros nublen nuestro juicio, tendemos a olvidar por qué empezamos CrossFit en primer lugar.

Comencé mi viaje en CrossFit hace casi dos años y medio porque sabía que era capaz de hacer más. Ahora sé que tenía razón. CrossFit me ha demostrado que las posibilidades de crecimiento y logros son infinitas. Ser competitivo entre tus pares es algo natural. Te mantiene alerta. Sin embargo, recuerde siempre que la competencia más importante a la que se enfrenta es la que tiene consigo mismo. Entonces, la próxima vez que escuches "3, 2, 1... vamos", prepárate para perseguir a tu verdadera competencia.